La edad cronológica y la edad mental no siempre están en balance. Muchas personas durante su edad anciana mantienen una mente joven si continúan activas y con una actitud positiva hacia la vida.
La mente humana no envejece si sabemos cuidarla. Los estudios científicos han demostrado que el cerebro es un órgano muy dinámico y el concepto de que las neuronas del cerebro no se regeneran, ha sido desechado por falta de constistencia en las teorías que afirmaban esto como algo verdadero.
Rectificación de la ciencia moderna
Las recientes investigaciones que ha realizado la Universidad de Princeton en Estados Unidos afirman que nuestro cerebro produce diariamente miles de neuronas nuevas de acuerdo a nuestras experiencias del diario vivir, sin importar la edad que tengamos.
Una mente joven es creativa, deseosa de aprender, llena de energía y está en constante actividad. Debemos cambiar nuestras creencias de la antigüedad sobre la ancianidad. Hay personas en este mundo que caen en la categoría “personas sin edad”.
Estas son personas que se alimentan saludablemente, practican algún deporte, meditan diariamente y se mantienen flexibles en cuanto a sus ideas y a los tiempos que viven. Estas personas no se centran en recordar la edad cronológica que tienen pues su edad mental no se los permite.
Son personas que se adaptan a cualquier circunstancia y al ser tan flexibles, hacen que todas las células de su cuerpo funcionen como si estuvieran jóvenes aún.
La mente positiva ve al mundo desde un punto de vista lleno de alegría y les entusiasma vivir bajo las circunstancias que viven. Disfrutan del canto de pajarito, del viento, de una tarde junto al mar y de la naturaleza en general.
Suelte su pasado y disfrute del presente
Lo que a las personas con mentes envejecidas que viven aferradas a sus pasados y experiencias dolorosas les causa depresión, las personas con la mente joven hacen todo lo contrario.
Mantienen sus mentes abiertas a nuevas oportunidades, se entusiasman con sus metas y logran entusiasmar a otros. Se mantienen alerta a las posibilidades que la vida les ofrece diariamente y las toman sin dudarlo un instante.
Hay que aprender a ser espontáneo, en este planeta en el cual vivimos. Debemos dejar salir a flote todos los deseos que tenemos reprimidos sin restricción alguna y atrevernos a que nuestra mente atraviese por cambios que nos conviertan en personas con una mentalidad distinta a la que siempre tuvimos.